Fin de Dragomán 2001

Otro año más, otro Dragomán que termina con la sensación de que se ha cumplido nuestro objetivo, divertiros.

Es posible que alguna cosa se ha quedado en el tintero de la organización, ya sabéis que hay tantas cosas que preparar, tantas cosas de que acordarse y tantas cosas de que ocuparse que a veces se pasan detalles que para algunos son solo eso, detalles, pero que para otras personas son cosas realmente importantes.

Quiero agradecer todo lo que dan a cambio de nada a mi equipo de colaboradores y a todas las personas que hacen posible que cada año sigamos haciendo posible el mejor regalo que un atleta puede tener, una carrera a la que la gente asiste a divertirse.

También quiero agradecer la presencia de Emilio Villanueva, personaje Dragomán 2011, y también le agradezco que haya entregado su vida al deporte siendo ejemplo de muchos jóvenes. Emilio es un referente para cualquier persona que se dedique, aunque sea de manera amateur, al deporte y siempre será una de las personas que más admiro en mi vida.

Como de costumbre agradezco con el alma a la Cruz Roja de Villafranca por ser los mejores sin ninguna duda, al Ayuntamiento de Villafranca, a Protección Civil, a Marita y a Cristóbal por dejarnos su casa una vez más para que la invadamos y la tomemos como auténticos guerreros del atletismo, a la Guardia Civil de Tráfico, a la Diputación de León, a todas las empresas que han colaborado con lo poco o lo mucho que han podido y que para nosotros todo ha sido un mucho. Al pueblo de Dragonte entero porque de nuevo han trabajado como negros para que todo estuviera perfecto como siempre, a los vecinos de Villafranca del Bierzo que han sido una vez participes de mi sueño y a todo el mundo que directa o indirectamente ha hecho que un año más el Dragón caminara con paso firme para terminar esta nueva edición.

A veces la mente se olvida de algunas personas y no por eso dejan de ser importantes. En Dragomán, todos lo son y si alguno de ellos no hubiera trabajado a lo bestia nunca hubiera salido esto ni parecido.

A Dios le doy gracias por la familia que tengo, mi mujer y mis hijas, a todos mis amigos y a toda la gente que le digo ven y aparecen sin pensárselo dos veces.

Soy y me siento una persona muy afortunada por toda la gente que tengo a mi lado.

Y, para finalizar, quiero daros las gracias a todos los participantes de Dragomán 2011 por esos momentos imposibles de enumerar. Momentos que, a veces, la mente olvida pero que el corazón cobija y el alma guarda eternamente.

Espero que el próximo año estemos todos de nuevo y que sigamos teniendo la misma ilusión y sigamos siendo felices trabajando para que vosotros os divirtáis.

Sinceramente.

Basurco